Todo se desploma, los pilares han dice bastante, los valores con los cuales Conxita Català aguantaba este desconcierto que se la vida se han ido a pique... Pero en vez de quedarse a casa mirando como pasa la vida mientras hace media ante la ventana del balcón escuchando laradio, sale para emprender un viaje en busca de la espiritualidad, convencida que encontrará los elementos que le servirán para reconstruir la solidez perdida... Pero aquello más que un viaje parece una montaña rusa, subidas efervescentes y bajadas vertiginosas, un desmadrede emociones, algunas certezas y un montón de interrogantes que la transforman de tal manera que el espejo ya no le devuelve una imagen, sino 4
!Cuatro Conxites Català! Y ahora qué? Quizás habría estado mejor no tocar nada, dejar las cosas como estaban… Pero entonces, solo habríamos visto la sombra borrosa de una mujer gris mirando pasar la vida detrás el vidrio de una ventana y no esta tormenta de vitalidad que descarga optimismo y esparce sonrisas a diestro y siniestro.