FICHA ARTÍSTICA
Dirección y Versión: Magüi Mira
Texto: Marguerite Duras
Elenco: Ana Duato, Darío Grandinetti
Producción: José Velasco, Roberto Álvarez, María Álvarez, Pepe B. Pérez
Prensa y Comunicación: Cristina Fernández, Ángel Galán
Diseño Gráfico: Melania Ibeas, Inés Sarlabous
Hicieron como todo el mundo, se casaron, formaron un hogar y después, de repente, se vieron arrancados uno del otro por la fuerza terrible de la incomunicación.
Han llegado a esta ciudad para ejecutar el último acto de su separación, el juicio del divorcio. Siguen sin saber qué les pasó. Fueron cada uno por su lado a verse una última vez, casi sin desearlo. Ella parecería ser más libre, más capaz de olvidar los detalles de su pena, del infierno que vivieron, de sus golpes recíprocos. Pero no puede olvidar lo esencial, lo que ella veía claramente y con cierta lógica: el desastre al que están destinados los amantes que se prometen la vida. En él, el sufrimiento aún está latente. Lucha. Quiere arrancar ese dolor de su vida. Todavía cree en la felicidad eterna. Él se expone al dolor. Ella lo sabe. Sabe también que sin ella, él puede ser cruel.
Los dos solos en ese hotel toda una noche. Noche calurosa de verano. Hablan y hablan durante horas. Se observan. Hay risas, gritos, furiosas discusiones, y amor desesperado. Amor insoportable. Sus voces se quiebran mientras avanza su última noche. Noche en blanco. Permanecen atrapados en esa candidez del primer amor. Y lo saben. La llegada del día inexorablemente pone fin a su historia. O no. Todo ha acabado. Todo puede comenzar.
La palabra dura más allá del final. Más allá de la muerte. El amor también.
La Música, dice su autora, Marguerite Duras, es un constante reescribir la imposible partitura del amor.